Pepe Luis Vázquez Garcés |
El
pasado domingo de Pentecostés dejó de latir, después de 92 años de compás
sevillano, el corazón torero de unos de los pilares de la tauromaquia: Pepe Luis Vázquez Garcés. Alumbrada su
alma por el Espíritu Santo, subió a los cielos abrazada por su capote de seda. La Virgen del Rocío, conmovida
por la grandeza de ese espíritu noble, abandonó por un momento el alborozo de
su Feliz Aldea, para acompañarlo de la mano a las mismísimas puertas del cielo.
Allí estoy convencida de que estaba esperándole su venerado Cristo de La Salud de San Bernardo, el
mismo al que tantas y tantas veces se encomendó en vida, viendo así cumplido
por fin su ansiado deseo de descansar a sus pies, eternamente…
Su última salida por la Puerta del Príncipe. |
El
Gran Pepe Luis Vázquez. Con sólo
escribir su nombre se me eriza el vello del cuerpo entero y se emocionan mis
ojos. TORERO DE TOREROS admirado hasta el extremo tanto por sus condiciones
taurinas como por las humanas. Era la NATURALIDAD personificada, era ARMONÍA y PUREZA,
era BARROCO y ROMÁNICO a la vez, era GENIALIDAD, GRANDEZA, SABIDURÍA, VALOR,
FINURA, SEVILLANÍA… Fue capaz de traspasar todas las fronteras con su
personalísima manera de torear, porque sí señores… ÉL FUE ÚNICO.
Toreando a la verónica. |
Hay
quienes se empeñan en clasificarlo como “el emblema del toreo sevillano”. Pero
para mí “El Sabio de San Bernardo”, “El torero rubio”, “El novio de Sevilla”
fue mucho más que eso… Él era el TOREO.
Pepe Luis en su querida Maestranza. |
Pepe Luis Vázquez con Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín. |
Pepe Luis con mi padre (José Mª Manzanares) y Don Eduardo Miura. |
Pepe Luis con Antonio Ordóñez y Ernest Hemingway. |
Pepe Luis toreando al natural. |
Me
gustaría contaros un poquito de su vida y trayectoria profesional ya que,
aunque ha sido un personaje relevante del siglo pasado, no todos los que me
leéis tenéis porqué conocerla. Así que os pongo en situación. Empezaré diciéndoos
que detrás de su figura se esconde una apasionante historia marcada por una
Guerra Civil que acompañó sus comienzos. Nació un 21 de diciembre de 1921 en el
barrio de San Bernardo de Sevilla. Su pronta afición taurina no llegó por
casualidad; su abuelo había sido banderillero y su padre en su juventud
novillero, trabajando después como matarife en “el Matadero Municipal” de
Sevilla. Allí, en ese matadero que conocía como la palma de su mano, sería
donde el niño rubio de ojos azules, clandestinamente, haría sus primeros
pinitos por la noche toreando con el babi del colegio a la luz de un candil al
ganado que allí aguardaba a ser sacrificado. Años más tarde él mismo confesaría
que esa había sido su particular “escuela taurina”.
Pepe Luis y sus hermanos. |
Permitirme
ahora que os transcriba las palabras de Rafael
Ríos Mozo donde describe desde su libro “Pepe Luis Vázquez y su tiempo (1970)” cómo “El niño de oro” con tan solo 15 años despertó la
admiración del público de Sevilla:
“Fue en ese año de 1937 cuando,
una noche del verano sevillano, se celebró en nuestra ciudad una novillada de
noveles (…) y a las que el público acude más para tomar el fresco que para otra
cosa (…) Con la verdad por delante, ante todo, casi podría asegurar que muy
pocas de las personas que aquella noche de 1937 tomaron asiento en los tendidos
de la Maestranza,
iban pensando en que se iban a encontrar al torero que llenaría toda una época
de nuestra fiesta, y que la llenaría de tal modo que todavía –y yo creo que
para siempre– la estela de su nombre se conserva en el recuerdo con tanta
vigencia como cuando Pepe Luis se vestía de luces (….) Un muchachito de quince
años se dirigía a un becerrote, que cabeceante esperaba, esperaba lo que iba a
hacer con él aquel niño (…) También aguardaba el público (…) Y vieron llegar la
sorpresa, contemplando como aquel adolescente, vestido con un viejo traje de
luces alquilado, se había alejado del animal, había plegado la muleta –“cartucho
de pescao frito” se le calificó a este modo de tomar el trapo– y dando una
carrerilla para alegrar a la res le ha gritado al toro con voz infantil:
–
¡Eh, toro! ¡eh toro…!
(…) ¿Te acuerdas Pepe Luis? (…)
Sí; claro que te tienes que acordar, porque fue el comienzo de tu difícil arte,
de un arte que tú llevabas dentro y que descubriste de pleno ante un conato de
empleo en cualquier oficina, con tus palabras: “Yo lo que quiero es ser torero”
y con tu natural de muleta recogida; ese natural de aquella noche de 1937, que
hizo decir al público de aquel festejo: “Tenemos torero, tenemos torero, torero
por la gracia de Dios”.”
Pepe Luis con el famoso "cartucho de pescao". |
Y
así el Maestro comenzó una carrera ascendente que fue exitosa ya de novillero. Desde
que tomara la alternativa un 15 de agosto de 1940 en su Sevilla a los 18 años
de las manos de Pepote Bienvenida y Gitanillo de Triana, hasta su retirada
definitiva con ausencias intercaladas (pasando por la tremenda cogida que sufrió en la cara en
Santander en el año 43 y de la que arrastraría las secuelas durante el resto de
su vida) fue base indispensable en todas las ferias.
Manolete y Pepe
Luis, Pepe Luis y Manolete. Juntos torearon un total de
120 corridas juntos. Dos conceptos totalmente distintos pero no por ello
incompatibles. Yo diría que eran el tandem perfecto en una tarde de toros,
porque a la verticalidad de Córdoba venía a acompañarla la juncal torería de
Sevilla. Eran compañeros, amigos y confidentes que se procesaban una gran
admiración mutua. Por eso la muerte el 28 de agosto de 1947 de Manolete en la plaza de toros de
Linares fue un durísimo golpe para Pepe
Luis del que le costó bastante recuperarse.
Pepe Luis junto a "El Estudiante" y "Manolete". |
Palabras que le dedicó Pepe Luis a su querido amigo Manolete en el 50 Aniversario de su muerte. |
En
1953 decide retirarse de los ruedos para un año más tarde contraer matrimonio
con Doña Mercedes Silva. Fueron 15
años de carrera triunfal y me gustaría puntualizar que el hecho que desencadenó
que Pepe Luis pusiera fin a su carrera fue una promesa que le hizo a su madre
(que tenía a sus cuatro hijos toreando) tras tenerle que comunicar la triste
noticia de que habían cogido a uno de sus hermanos en Valencia. Después de
contárselo y percibir su angustia, le prometió que no volvería a torear.
Pepe Luis con su mujer Doña Mercedes Silva y sus hijos. |
Pero
cinco años después, siendo ya padre de familia, la empresa de Madrid le ofreció
una exclusiva de diecinueve corridas en 1959. Y así lo hizo el Maestro,
despidiéndose para siempre de los ruedos un 1 de marzo de ese mismo año junto a
su hermano Manolo Vázquez y Curro Romero en su Sevilla natal.
Ajustándole el añadido su mozo de espadas "Mahera". |
Nunca
más volvería a ponerse el traje de luces, aunque tampoco dejaría de torear en
su finca “El Canto”. Ese campo sería el que se convertiría en su refugio y en
el que volcaría todas sus ilusiones con su ganadería y tierras de labranza. Así
vivió hasta que su hijo, de nombre Pepe Luis también, le comunicó que quería
ser torero. Volvió entonces el temor al corazón del Maestro, pero de una manera
más dura y cruel. Ya no estaba en juego su vida, si no la de su propio hijo y
desde la barrera poco podía hacer. Un día ocurrió lo que tanto había
temido el padre… una gravísima cornada del hijo en La Maestranza, sufrida en
su presencia, le hizo jurar que no volvería a ir a los toros jamás. Y lo
cumplió.
Paseando a caballo en su finca "El Canto". |
Portada de ABC. |
Os
debo explicar a quienes no lo sepáis que a Pepe
Luis Vázquez Garcés se le reconoce como el “Sócrates de San Bernardo” por la sabiduría que poseía. Y es que nada
más salir el toro de chiqueros era capaz de adivinar las cualidades que tenía
el animal. Decía que "la cabeza era fundamental para estar delante del toro, que
al toro había que ponerle cabeza y después de la cabeza, el corazón". Pero esta
gran sabiduría no sólo era taurina… El Maestro era sabio también en la vida. Y
así lo demostró educando a sus 7 hijos y consintiendo a sus 12 nietos. Les
transmitió a todos ellos esas grandes virtudes que le caracterizaban: la MODESTIA,
la TRANQUILIDAD, la HUMILDAD,
la FORTALEZA, el TESÓN, la DISCRECCIÓN, la SUPERACIÓN…
Y es que él era FELIZ con su
familia. No le hacía falta nada más…
Los tres Pepe Luis Vázquez. |
Estoconazo de Pepe Luis. |
Con su mujer Doña Mercedes y sus 12 nietos el día de su 80 cumpleaños en "El Canto". |
Me
contaba ayer su nieto (Pepe Luis
también, del que puedo presumir amistad y que sueña con ser torero) muchas
anécdotas familiares que dibujaron en mi cara una sonrisa reconfortante que
atemperó un poco la pena que siento por su pérdida.
Entrañable imagen del abuelo Pepe Luis con su nieto Pepe Luis. |
A
mi amigo se le llena la boca al hablar de su abuelo… Es todo admiración y amor. Tiene el corazón desgarrado, pero aún
así no deja de contestar mis llamadas de teléfono y mis mensajes de whatsapp para
ayudarme a escribir este post enviándome algunas fotos. No parar de hablar de
él. Pero nuestra conversación es truncada a veces por silencios dolorosos… Es
entonces cuando intuyo que lo que le pasa es que le cuesta nombrarlo en pasado
y no en presente…
Su nieto Pepe Luis nunca se soltó de su mano. |
El
Maestro perdió la vista definitivamente hace siete años (como consecuencia de
aquel gravísimo percance en Santander del que ya os he hablado y que le daño el
nervio ocular irreversiblemente) y a partir de ese momento empezó a ver con los
ojos de su corazón. Pero también tenía la ayuda de sus nietos, claro está, que
le contaban alegres sus historietas con todo tipo de detalles. Pepe Luis nieto,
por ejemplo, cada vez que iba a Sevilla a los toros, se quedaba en casa de sus
abuelos a dormir y nada más despertarse por la mañana iba corriendo a contarle
lo que había ocurrido en la plaza. Pepe, con la ilusión aumentada por las ganas
de ser torero, le relataba la corrida de cabo a rabo. Cuando su abuelo creía que
ya no estaba en la habitación le decía a su mujer:
-Merceditas,
léeme la crónica del ABC a ver si este niño me lo ha contado bien o no…
Su
nieto Pepe, que no había abandonado la estancia se reía y le contestaba
cariñoso a su abuelo:
-¡Abuelo!¿Qué
pasa, que no te fías de mí?
-No
hijo, no; claro que me fío, lo que pasa es que me apetece saber lo que dicen de
la corrida de ayer en el ABC...
Pepe Luis nieto leyéndole a su abuelo el reportaje que le hicieron junto al nieto de Bienvenida. |
No
me gustaría terminar este post que he escrito en homenaje al más grande de sus
tiempos, sin contar una anécdota que me parece tan genial como su toreo.
Resulta que Pepe Luis abuelo le recitaba todas las noches una poesía a su mujer
Doña Mercedes antes de acostarse. Un buen amigo suyo, Pepe Utrera Molino,
sabedor de esta costumbre le preguntó un día lleno de curiosidad:
-Pepe Luis, ¿por qué le recitas todas las noches
una poesía a tu mujer? ¿Para dormir bien?
-No, Pepe. Para seguir soñando…
-No, Pepe. Para seguir soñando…
Yo
desde aquí, desde mi humilde rinconcito, le quiero recitar al Maestro de
Maestros una poesía para que siga soñando desde el cielo y para que esos sueños
eternos, seguro que bellos y toreros, nos visiten por las noches y continuemos con
ellos evocando su toreo.
En San Bernardo nació
un rubio y chiquito torero,
de mirada avispada
azul como el sevillano cielo.
Sabio donde los halla
con el corazón de hierro,
duro al frío del miedo
y blando al calor de lo bello.
Con su muleta pescaba
imposibles naturales eternos
y con el capote eximía,
con piedad en el sexto,
el delito de la cruel suerte
ausente desde el comienzo.
Pepe Luis Vázquez Garcés:
Rey de los toreros,
Príncipe de Sevilla
y
Gloria para el mundo entero.
Huérfanos nos has dejado
de genialidad y valor sereno.
Siempre te recordaremos
Pepe Luis ¡Tú eres el toreo!
Yeyes Dols Samper.
Monumento a Pepe Luis Vázquez situado en frente de la Maestranza. |
Yeyes.
P.D.
Quiero hacerle llegar a la familia Vázquez todo mi cariño, ánimo y admiración.
Desde el domingo brilla una estrella más en nuestro cielo que es el ángel de
la guarda de sus nietos y la inspiración para los que le queremos. Y a mi amigo
Pepe Luis le mando el abrazo más fuerte del mundo… Estoy segura de que tu abuelo
guiará tus pasos tanto en la vida como en el toreo.