Ayer
por la mañana me desperté temprano pero perezosa. Aunque lucía un sol
espléndido, no era capaz de captar su energía como acostumbro a hacerlo
normalmente. Tuve que poner más empeño en mis quehaceres diarios y después de
comer ¡el sofá me atrapó inclemente! En eso que suena el teléfono y aparece el
nombre de mi amiga Rosalba en la pantalla. Dudé en responder… El sopor parecía
vencerme… Pero una energía independiente a mi voluntad dirigió mi dedo al móvil
y contesté.
-Yeyes ¿vienes a recogerme a la salida del trabajo y nos tomamos un café?
-Yeyes ¿vienes a recogerme a la salida del trabajo y nos tomamos un café?
-Mmmmmm…
Estoy tirada en el sofá…
-¡Venga
tonta! Vístete que te voy a llevar a un sitio que tiene una amiga súper chulo.
-Buenoooooo…
Valeeeeee… A las 6 te espero en la puerta de tu oficina.
Vencí
al segundo pecado capital, me acicalé, subí al coche y cambié el chip. ¡Si se
quiere, se puede!
Una
vez ya con Rosalba, callejeamos por el centro de Alicante de espaldas al mar. Lo hicimos entre calzadas estrechas y algo grises debido a que la altura de los edificios
que las flanquean no permite que los rayos del sol las iluminen. Pero de entre
toda esa lobreguez, apareció resplandeciente el lugar en el que poníamos fin a
nuestros pasos: “Tres Cucharitas”.
Disfrutando de mi cupcake de vainilla y plátano
en su maravillosa terraza.
Fue abrir la puerta del local y caminar radiante y garbosa hacia nosotras Elena Pastor, directora de toda esa orquesta de utensilios culinarios, colores, texturas, golosinas y buen gusto que suena maravillosamente armónica. Nos saludó con una franca sonrisa que no perdió en ningún momento y en un ratito de tregua que tuvo entre cliente y cliente, se sentó a compartir la charla con nosotras.
Con Elena pastor, mi "Superwoman"
Nos
relató entonces la emocionante historia que hay detrás de sus "Tres Cucharitas". Una historia que en un comienzo no fue tan dulce como los cupcakes que visten sus
mostradores… ni tan cálida como la pintura de sus paredes que armoniza el espacio…
tampoco tan alegre como los lunares que adornan su techo… Pero sí sumamente
trepidante.
MMMmmmmm... Cupcakes!!
FOTO: Pablo Pacheco.
FOTO: Pablo Pacheco.
Un espacio para soñar...
FOTO: Pablo Pacheco.
FOTO: Pablo Pacheco.
¡Lunares, lunares y más lunares!
FOTO: Pablo Pacheco.
FOTO: Pablo Pacheco.
Hago
un inciso para deciros que después de escuchar a esta joven chica, emprendedora
y llena de vida, me cercioré de que realmente existen las “Superwoman”. ¡Y
tanto que existen! Ella se lo come, ella se lo guisa. No hay horarios en su día
a día… Solita elabora desde las 6 de la mañana los productos que necesita para vender esa jornada
en su boutique y ¡por si eso no fuera poco! tiene que hacerse cargo también de
los distintos y personalizados pedidos que le hacen para comuniones, bautizos,
bodas y todo tipo de celebraciones (a parte de servir cafés y tés). ¡Una
barbaridad! Pero también os he de contar que esta “Superwoman” tiene un “Superman”
en su vida y con nombre propio: Diego López. Él es su novio desde hace diez
años, su apoyo incondicional, su “alter ego”, su media naranja, su caballero de
armadura de caramelo, el ingrediente secreto del pastel. Juntos forman un
tándem perfecto. Yo pienso que ella y él son dos de las cucharitas que
conforman su imagen corporativa; la tercera… el amor (ya sé que puede sonar
cursi, pero ¡señores! es que el amor todo lo puede).
Los emprendedores Elena y Diego
FOTO: Pablo Pacheco.
Os
cuento que Diego cruzó la puerta vestido de timidez en el momento más
interesante de la conversación. Nos saludó cariñoso y, percibiendo la empatía
que volaba sobre nuestra feminidad, se retiró educado detrás del mostrador.
Elena
prosiguió entonces relatando emocionada sus aventuras y de vez en cuando yo la sorprendía
cruzando con él miradas de complicidad.
A
ver… Un momento que me centre que con tanta intensidad me disperso... Prosigo.
Como ya he comentado unas líneas más arriba, no hubo camino de rosas para Elena
y Diego. Ella amante de la cocina, redescubrió en su estancia en Madrid la
pasión por la repostería y comenzó a hacer sus pinitos en casa. Tales eran sus
aptitudes, que no les faltó tiempo a los que la rodeaban para animarle a
hacerlo de manera profesional. Obviamente Diego fue el primero en compartir su
entusiasmo. Desarrollaron la idea llenos de ilusión pero se fueron tropezando
con varias piedras en el camino. Tuvieron que luchar juntos ante repetidas
negativas de los bancos, decepciones personales, puertas que se cerraban una
tras otra y compartieron lágrimas de desesperación. Pero al final, resultó
vencedora la valentía, la pasión y el tesón y decidieron nadar de la mano contra
corriente para hacer realidad el sueño que habían ideado juntos. Y así, poco a
poco y no sin esfuerzo, fueron encajando las piezas de su rompecabezas
particular.
Os
cuento que Elena es graduada en “Relaciones Públicas y Publicidad” con un Master en “Dirección comercial y
Marketing” y Diego es arquitecto. A primera vista nada qué ver con el negocio
que han decido montar. Pero si tienes la oportunidad de pararte a pensar un
instante en el acogedor espacio que han creado juntos, se adivina perfectamente
en los detalles que lo integran sus formaciones universitarias y la
personalidad de cada uno de ellos.
Ella:
los colores, los lunares, los dulces, los lacitos, la presentación de sus
creaciones pasteleras.
Él: la distribución del espacio, las líneas modernas, la combinación de materiales, la unión de conceptos.
Los dos: "Tres Cucharitas".
Y es que no dan un paso sin la aprobación de la otra parte. Aunque para mí queda patente, visto lo visto, que la complicidad y el entendimiento son las mejores herramientas de trabajo.
Él: la distribución del espacio, las líneas modernas, la combinación de materiales, la unión de conceptos.
Los dos: "Tres Cucharitas".
Y es que no dan un paso sin la aprobación de la otra parte. Aunque para mí queda patente, visto lo visto, que la complicidad y el entendimiento son las mejores herramientas de trabajo.
ELLA
Aluciné
cuando me contaron que todo lo habían hecho ellos mismos. Obviamente Diego
había diseñado el espacio como arquitecto que es. Pero no me refiero sólo de la
confección de ideas; hablo de tirar muros, pintar paredes, forrar zócalos de
madera… Todo, absolutamente todo está hecho con sus manos y las de sus
generosos amigos. El impresionante techo flamenco tiene cada uno de sus lunares
pintados a mano y en tiempo récord (los andamios de los que disponían para la
tarea sólo se los prestaban tres días aquellos que se habían encargado de poner
en el techo el pladur). Elena me cuenta todas estas anécdotas entres risas,
pero se adivina entre sus palabras el gran esfuerzo que les supuso.
Y
después de un año y pico desde que lo inauguraran un 16 de febrero de 2012, el
sueño se hizo realidad gracias al tesón, la perseverancia, la creencia en sus
ideas, la valentía y el hacer caso a los impulsos del corazón.
Y ahora, una vez descrita esta conmovedora historia, no puedo terminar este post sin intentar haceros la boca agua con todo lo que allí podéis encontrar y que es artesanal al cien por cien. Cupcakes, galletas, tartas fondant, cake pops… Una delicia para TODOS los sentidos, en los que el mimo, la perfección, la exigencia y la creatividad quedan impresos en cada uno de sus elaboradísimos productos. Y además, mientras saboreas cualquiera de estos manjares dignos del Olimpo de los dioses, acompañado de un té o un café de primerísima calidad, puedes ver a Elena dando forma a sus creaciones detrás del mueble-obrador que Diego diseñó para ella. A mí se ponía carita de boba mientras la veía trabajar. Y es que los dos son unos ARTISTAZOS.
Mostrador-obrador diseñado por Diego
para que trabaje Elena de cara a sus clientes.
Me lo llevo... ¡TODOOOO!
Tarta Fondant de diseño
Deliciosos Cake Pops
Galletas personalizadas
Creaciones de Elena.
¡Novedad!
Batido fresquito para el veranito.
FOTOS: Pablo Pacheco
Para
terminar, os diré que "Tres Cucharitas" no me fueron suficientes para poder devorar el
encanto, la dulzura, la alegría y el ensueño de “la boutique de dulces de
diseño” que aparece mágica en el callejero de mi ciudad. Es como descubrir un
oasis en un desierto, como perderte en un cuento de Beatrix Potter, o como
adivinar un arco iris en un día de lluvia…
Me
despido hoy con otra reflexión... Y es que no hay que olvidar que detrás de la
cosa más nimia que nos podamos encontrar, SIEMPRE hay una historia que la precede.
Yeyes.
Por cierto, para los amantes de los anmimales en su terraza ¡se admiten perros!
Por cierto, para los amantes de los anmimales en su terraza ¡se admiten perros!
We love pets!!
P.D. Quiero darle las gracias a Rosalba (@Rosalbagomez) por descubrirme ese mágico lugar. Y ¡cómo no! a sus creadores Elena Pastor (@ElenitaPll) y Diego López (@Dlfarq). Y por su puesto también al fotógrafo Pablo Pacheco (@pacheconesa / www.pablopacheco.es) por prestarme las preciosas imágenes que acompañan este post.
dos grandes se juntan....!
ResponderEliminarcucharitas y yeyes dols...ayayay...miedo me da de ver lo que podeis hacer juntas!
enhorabuena artistas!
LOVE U!!!
EliminarEstas espectacular Yeyes!soy fan de tu blog.Un besazo
ResponderEliminarGUAPA, GUAPA Y GUAPA!!
EliminarRequetemuaaaaaa!!!
Estas espectacular Yeyes!Soy fan de tu blog. Un besazo
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