miércoles, 8 de mayo de 2013

TRES CUCHARITAS PARA COMPARTIR


965 200 428
www.trescucharitas.com
@TresCucharitas 
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Médico Pascual Pérez, 6
03001 Alicante 


Ayer por la mañana me desperté temprano pero perezosa. Aunque lucía un sol espléndido, no era capaz de captar su energía como acostumbro a hacerlo normalmente. Tuve que poner más empeño en mis quehaceres diarios y después de comer ¡el sofá me atrapó inclemente! En eso que suena el teléfono y aparece el nombre de mi amiga Rosalba en la pantalla. Dudé en responder… El sopor parecía vencerme… Pero una energía independiente a mi voluntad dirigió mi dedo al móvil y contesté.
  
-Yeyes ¿vienes a recogerme a la salida del trabajo y nos tomamos un café?
-Mmmmmm… Estoy tirada en el sofá…
-¡Venga tonta! Vístete que te voy a llevar a un sitio que tiene una amiga súper chulo.
-Buenoooooo… Valeeeeee… A las 6 te espero en la puerta de tu oficina.

Vencí al segundo pecado capital, me acicalé, subí al coche y cambié el chip. ¡Si se quiere, se puede!

Una vez ya con Rosalba, callejeamos por el centro de Alicante de espaldas al mar. Lo hicimos entre calzadas estrechas y algo grises debido a que la altura de los edificios que las flanquean no permite que los rayos del sol las iluminen. Pero de entre toda esa lobreguez, apareció resplandeciente el lugar en el que poníamos fin a nuestros pasos: “Tres Cucharitas”.



 Disfrutando de mi cupcake de vainilla y plátano
en su maravillosa terraza.


Fue abrir la puerta del local y caminar radiante y garbosa hacia nosotras Elena Pastor, directora de toda esa orquesta de utensilios culinarios, colores, texturas, golosinas y buen gusto que suena maravillosamente armónica. Nos saludó con una franca sonrisa que no perdió en ningún momento y en un ratito de tregua que tuvo entre cliente y cliente, se sentó a compartir la charla con nosotras. 



Con Elena pastor, mi "Superwoman"


Nos relató entonces la emocionante historia que hay detrás de sus "Tres Cucharitas". Una historia que en un comienzo no fue tan dulce como los cupcakes que visten sus mostradores… ni tan cálida como la pintura de sus paredes que armoniza el espacio… tampoco tan alegre como los lunares que adornan su techo… Pero sí sumamente trepidante.
 


MMMmmmmm... Cupcakes!!
FOTO: Pablo Pacheco.


Un espacio para soñar...
FOTO: Pablo Pacheco.


¡Lunares, lunares y más lunares!
FOTO: Pablo Pacheco. 
 

Hago un inciso para deciros que después de escuchar a esta joven chica, emprendedora y llena de vida, me cercioré de que realmente existen las “Superwoman”. ¡Y tanto que existen! Ella se lo come, ella se lo guisa. No hay horarios en su día a día… Solita elabora desde las 6 de la mañana los  productos que necesita para vender esa jornada en su boutique y ¡por si eso no fuera poco! tiene que hacerse cargo también de los distintos y personalizados pedidos que le hacen para comuniones, bautizos, bodas y todo tipo de celebraciones (a parte de servir cafés y tés). ¡Una barbaridad! Pero también os he de contar que esta “Superwoman” tiene un “Superman” en su vida y con nombre propio: Diego López. Él es su novio desde hace diez años, su apoyo incondicional, su “alter ego”, su media naranja, su caballero de armadura de caramelo, el ingrediente secreto del pastel. Juntos forman un tándem perfecto. Yo pienso que ella y él son dos de las cucharitas que conforman su imagen corporativa; la tercera… el amor (ya sé que puede sonar cursi, pero ¡señores! es que el amor todo lo puede).



 Los emprendedores Elena y Diego 
FOTO: Pablo Pacheco. 
 

Os cuento que Diego cruzó la puerta vestido de timidez en el momento más interesante de la conversación. Nos saludó cariñoso y, percibiendo la empatía que volaba sobre nuestra feminidad, se retiró educado detrás del mostrador.

Elena prosiguió entonces relatando emocionada sus aventuras y de vez en cuando yo la sorprendía cruzando con él miradas de complicidad.

A ver… Un momento que me centre que con tanta intensidad me disperso... Prosigo. Como ya he comentado unas líneas más arriba, no hubo camino de rosas para Elena y Diego. Ella amante de la cocina, redescubrió en su estancia en Madrid la pasión por la repostería y comenzó a hacer sus pinitos en casa. Tales eran sus aptitudes, que no les faltó tiempo a los que la rodeaban para animarle a hacerlo de manera profesional. Obviamente Diego fue el primero en compartir su entusiasmo. Desarrollaron la idea llenos de ilusión pero se fueron tropezando con varias piedras en el camino. Tuvieron que luchar juntos ante repetidas negativas de los bancos, decepciones personales, puertas que se cerraban una tras otra y compartieron lágrimas de desesperación. Pero al final, resultó vencedora la valentía, la pasión y el tesón y decidieron nadar de la mano contra corriente para hacer realidad el sueño que habían ideado juntos. Y así, poco a poco y no sin esfuerzo, fueron encajando las piezas de su rompecabezas particular.

Os cuento que Elena es graduada en “Relaciones Públicas y Publicidad”  con un Master en “Dirección comercial y Marketing” y Diego es arquitecto. A primera vista nada qué ver con el negocio que han decido montar. Pero si tienes la oportunidad de pararte a pensar un instante en el acogedor espacio que han creado juntos, se adivina perfectamente en los detalles que lo integran sus formaciones universitarias y la personalidad de cada uno de ellos.

Ella: los colores, los lunares, los dulces, los lacitos, la presentación de sus creaciones pasteleras.
Él: la distribución del espacio, las líneas modernas, la combinación de materiales, la unión de conceptos.  
Los dos: "Tres Cucharitas". 

Y es que no dan un paso sin la aprobación de la otra parte. Aunque para mí queda patente, visto lo visto, que la complicidad y el entendimiento son las mejores herramientas de trabajo.



 ELLA

ÉL

LOS DOS
FOTOS: Pablo Pacheco
  

Aluciné cuando me contaron que todo lo habían hecho ellos mismos. Obviamente Diego había diseñado el espacio como arquitecto que es. Pero no me refiero sólo de la confección de ideas; hablo de tirar muros, pintar paredes, forrar zócalos de madera… Todo, absolutamente todo está hecho con sus manos y las de sus generosos amigos. El impresionante techo flamenco tiene cada uno de sus lunares pintados a mano y en tiempo récord (los andamios de los que disponían para la tarea sólo se los prestaban tres días aquellos que se habían encargado de poner en el techo el pladur). Elena me cuenta todas estas anécdotas entres risas, pero se adivina entre sus palabras el gran esfuerzo que les supuso.





 ¡Manos a la obra!


Y después de un año y pico desde que lo inauguraran un 16 de febrero de 2012, el sueño se hizo realidad gracias al tesón, la perseverancia, la creencia en sus ideas, la valentía y el hacer caso a los impulsos del corazón. 





Y ahora, una vez descrita esta conmovedora historia, no puedo terminar este post sin intentar haceros la boca agua con todo lo que allí podéis encontrar y que es artesanal al cien por cien. Cupcakes, galletas, tartas fondant, cake pops… Una delicia para TODOS los sentidos, en los que el mimo, la perfección, la exigencia y la creatividad quedan impresos en cada uno de sus elaboradísimos productos. Y además, mientras saboreas cualquiera de estos manjares dignos del Olimpo de los dioses, acompañado de un té o un café de primerísima calidad, puedes ver a Elena dando forma a sus creaciones detrás del mueble-obrador que Diego diseñó para ella. A mí se ponía carita de boba mientras la veía trabajar. Y es que los dos son unos ARTISTAZOS.



 Mostrador-obrador diseñado por Diego
para que trabaje Elena de cara a sus clientes. 


 Me lo llevo... ¡TODOOOO!


Tarta Fondant de diseño
 

 Deliciosos Cake Pops
 

 Galletas personalizadas


 Creaciones de Elena.

  
¡Novedad!
Batido fresquito para el veranito. 
FOTOS: Pablo Pacheco
  

Desde aquí no puedo hacer otra cosa que desearles toda la suerte y el éxito del mundo porque no se merecen menos. También me gustaría hacerles saber que son un ejemplo para esa gente joven emprendedora que no ve factibles sus proyectos ya que ellos nos han demostrado que... ¡SÍ SE PUEDE!.

Para terminar, os diré que "Tres Cucharitas" no me fueron suficientes para poder devorar el encanto, la dulzura, la alegría y el ensueño de “la boutique de dulces de diseño” que aparece mágica en el callejero de mi ciudad. Es como descubrir un oasis en un desierto, como perderte en un cuento de Beatrix Potter, o como adivinar un arco iris en un día de lluvia…

Me despido hoy con otra reflexión... Y es que no hay que olvidar que detrás de la cosa más nimia que nos podamos encontrar, SIEMPRE hay una historia que la precede.

Yeyes.

Por cierto, para los amantes de los anmimales en su terraza ¡se admiten perros!



We love pets!!


P.D. Quiero darle las gracias a Rosalba (@Rosalbagomez) por descubrirme ese mágico lugar. Y ¡cómo no! a sus creadores Elena Pastor (@ElenitaPll) y Diego López (@Dlfarq). Y por su puesto también al fotógrafo Pablo Pacheco (@pacheconesa / www.pablopacheco.es) por prestarme las preciosas imágenes que acompañan este post.

5 comentarios:

  1. dos grandes se juntan....!
    cucharitas y yeyes dols...ayayay...miedo me da de ver lo que podeis hacer juntas!
    enhorabuena artistas!

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  2. Estas espectacular Yeyes!soy fan de tu blog.Un besazo

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  3. Estas espectacular Yeyes!Soy fan de tu blog. Un besazo

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